MI DIARIO POR SANDRA CASTILLO
La llegada de Silvestre a nuestra casa no había sido una grata sorpresa para todos. Lucía intuyó desde el principio que algo iba al y nos advirtió de que aquel hombre que se hacía llamar silvestre y decía ser su padre no lo era en realidad. La identidad del nuevo inquilino se descubrió y nos movilizó a todos. Lucas, arrepentido de lo que había hecho, pidió perdón y ahora también vive con nosotros.
Tengo que reconocer que al principio no fue fácil y en nuestra casa continuaba reinando el caos.
LOS VECINOS, siempre inoportunos, concertaron una cena inesperada con toda la familia y tuvimos que improvisar nuestros afectos y los lazos que nos unían.
Todos tendríamos que aprender, deprisa y corriendo las aficiones, gustos, experiencias, de los que hasta hace poco eran unos perfectos desconocidos. Lo que parecía una cena se convirtió en un examen sorpresa.
Justo lo que odia Culebra, los exámenes. Por eso y, por su carácter independiente, seguiría chocando conmigo hasta que saltaranchispas. Y es que en esta familia, todo lo que pasa,PARECE MENTIRA...
Por otra parte LUCAS un niños con PODERES DE TRANSFORMACIÓN a través del que Jimena intentaba descubrir el paradero de su hija.
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